De terror. Almirante Brown le ganaba cómodamente a Barracas Central como visitante, pero despilfarró un montón de chances claras para liquidarlo, y se lo terminaron dando vuelta por 3 a 1. Luego de otra derrota que deja al equipo a tan solo un punto del descenso, la comisión le puso punto final a Eduardo Pizzo, y ya se busca un reemplazante que sea capaz de apagar el incendio antes de que La Fragata se hunda en el abismo.
El Mirasol volvió a sucumbir ante su principal enemigo y rival más directo ¿Villa San Carlos? ¿Sacachispas? No, hablo del propio Almirante Brown, ya que los jugadores aurinegros parecen entrar en pánico cuando van ganando y en el momento que el rival les convierte se derrumban anímicamente. Pasó frente a Español, también con San Miguel, y hoy insólitamente ante Barracas.
Calificamos de esa manera la derrota, porque La Fragata tuvo, entre el final de la primera etapa y el comienzo de la segunda, tal vez su mejor rato de fútbol en la era Pizzo, y así y todo, se fue otra vez con las manos vacías. En un primer tiempo, que lo tuvo como dominador, el conjunto aurinegro pudo ponerse en ventaja a los 34 minutos gracias al gol que anotó el Gurí García luego capturar un rebote y reventar el arco de Agustín Gómez.
Con el resultado a favor, el Mirasol salió al complemento decidido a liquidarlo, envalentonado en parte por el desorden defensivo del local. A partir de ahí, comenzó el festín de goles errados por los que se supone están para meterla. Colombini dilapidó dos situaciones en las que enfrentó cara a cara al arquero, y el "Ogro" Núñez también marró las suyas cuando la pelota le quedó servida dentro del área rival.
Después sucedió lo que habitualmente pasa en el fútbol cuando uno le perdona tanto la vida al contrincante. A los 60´ el inoxidable Juan Martín igualó el marcador, y ocho minutos después Diego Galeano, quien saltó desde el banco para revolucionar el partido, marcó un golazo para poner al frente al equipo del presidente de AFA, mientras que a los 83´ el mismo Galeano se encargó de liquidar el encuentro culminando de forma sútil un contragolpe.
La sexta derrota en nueve partidos dirigidos apresuró la salida del cargo de Eduardo Pizzo, quien se retiró del estadio dejando su renuncia a disposición de la comisión directiva, que la aceptó unas horas después luego de una reunión en la casa del presidente Antonio Argento.
Mientras se espera el partido frente a Talleres (RE) confirmado para el próximo sábado a las 12.00 en Casanova, los dirigentes buscan a un entrenador que también pueda oficiar de bombero para apagar el fuego en las fechas que restan. La enorme mayoría de los hinchas ya dio su veredicto y viene clamando hace rato por Blas Giunta, quien parece que esta vez cuenta con muchas chances de ser llamado. Aunque tampoco habría que descartar que la CD apueste por apellidos sin experiencia pero queridos en la institución, como son las posibles duplas Walter Díaz-Lovera o Zavaleta-Monasterio. Todo está por definirse en los próximos días.
Matías Albin. La Voz del Hincha Mirasol
